En las primeras fases de la insuficiencia cardíaca, algunas regiones del corazón se debilitan más que otras. Para ayudar a mantener la función global del corazón, las otras zonas más fuertes del corazón compensarán las regiones más débiles. El corazón parece sano y la debilidad regional en torno al corazón pasa desapercibida, lo que puede dar lugar a problemas de salud cardiovascular inexplicables, como dolor torácico o, en casos avanzados, un episodio cardíaco repentino.
Para superar las limitaciones de diagnóstico creadas por los mecanismos compensatorios del corazón, MyoStrain® cuantifica la tensión miocárdica segmentaria en 48 segmentos de los ventrículos izquierdo y derecho del corazón. Esto hace que MyoStrain sea único, ya que es la primera prueba de función cardíaca que cuantifica directamente y con precisión el corazón por segmentos. Esto permite a los médicos evaluar la función cardíaca del paciente basándose en la fuerza con la que se contrae cada segmento durante su paso por todas las zonas del miocardio. Gracias a esta información, los médicos pueden centrarse en la detección temprana de la disfunción e iniciar estrategias de tratamiento proactivas sin depender de un cambio global en la función cardíaca.
Como se muestra arriba, un informe de MyoStrain proporciona diagramas de deformación para ayudar a visualizar la función cardíaca de un paciente sobre una base segmentaria. Los segmentos con una contracción normal se indican en azul, mientras que los segmentos con una contracción deteriorada o anormal se indican en verde o amarillo. Estos diagramas muestran la tensión longitudinal y circunferencial en los ventrículos izquierdo y derecho del corazón.
Cuando se combinan, estas medidas proporcionan una puntuación MyoHealth®, que es un porcentaje calculado a partir del número de segmentos ventriculares izquierdos con funcionamiento normal dividido por el número total de segmentos ventriculares izquierdos. Esta puntuación proporciona un valor de referencia del paciente para ayudar a los médicos a controlar cuantitativamente los cambios en la función cardiaca a lo largo del tiempo.
Esto ayuda a los médicos a determinar cómo las diversas enfermedades y tratamientos están afectando al corazón con el tiempo, lo que puede ser utilizado para ayudar a informar las decisiones clínicas proactivas en un enfoque optimizado, centrado en el paciente a la atención.
